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Alianzas entre la 4T y los sindicatos: ¿jugar con fuego?

El pasado domingo, durante la celebración del primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, sindicatos como el SNTE y la CATEM estuvieron visiblemente presentes en el Zócalo de la Ciudad de México, mostrando su apoyo a la presidenta y su gobierno.

La relación entre el gobierno de la 4T y los sindicatos ya tenía antecedentes de mutua conveniencia. Desde el sexenio de López Obrador se tejieron apoyos a su gobierno. Las oportunidades son evidentes: aliarse con sindicatos le asegura movilización social, cobertura política y respaldo estructural en sectores laborales.

El dirigente del sindicato de trabajadores de la educación, Alfonso Cepeda Salas, mantiene firme el apoyo de sus agremiados desde las oficinas del SNTE, pero también desde su escaño en la bancada de Morena en la Cámara de Senadores. Lo mismo hace el líder de Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, Pedro Haces, desde su central sindical y desde su curul morenista en la Cámara de Diputados.

Ese arreglo beneficioso para ambas partes no deja de representar riesgos para la democracia, pero también para la presidenta. Los riesgos para la democracia son evidentes, pues se reproducen las viejas prácticas priistas de arreglos entre líderes sindicales y el movimiento político hegemónico, lo cual repercute en la democracia laboral y, peor aún, en la defensa de los derechos de los trabajadores y en el control político que se puede ejercer sobre ellos.

Para el gobierno de Sheinbaum, los riesgos son también de legitimidad, pues las fechorías de estos líderes pueden manchar la reputación de su movimiento político. Los señalamientos más evidentes en ese sentido pesan sobre Pedro Haces y se centran en la extorsión y cobro de piso a empresarios disfrazados de cuotas sindicales, facturación irregular y outsourcing ilegal. Mención aparte merece la vida de lujos y ostentación que levanta cejas entre los defensores de la austeridad en Morena.  

Sheinbaum está ante una tarea difícil, pues los sindicatos son uno de los aliados de peso del morenismo que la ayudan a ganar elecciones y garantizar el control de ciertos sectores, pero que también comprometen la reputación del movimiento. Sheinbaum puede intentar limpiar la casa, pero se le puede quedar vacía.