¿Quién protegía a Hernán Bermúdez, líder criminal y ex secretario de seguridad de Tabasco?
La detención de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco y señalado como líder de La Barredora, sacude la política mexicana. Este grupo criminal se dedicaba al tráfico de drogas, secuestros exprés y extorsiones, con un vínculo directo al Cártel Jalisco Nueva Generación.
Difícilmente una organización de este tamaño pudo operar sin complicidad de autoridades. ¿Hasta dónde llegaba su red de protección? Bermúdez fue secretario de seguridad de Tabasco bajo dos gubernaturas, y es imposible no cuestionar si actuó con la venia de los gobernadores con los que trabajó, Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos.
Más aún, ¿cómo explicar que otras corporaciones de seguridad que operan en el estado —Ejército, Guardia Nacional, Marina— no intervinieran para frenar estas actividades? Desde la publicación de los Guacamaya Leaks en 2022, se reveló que la Secretaría de la Defensa vinculaba al entonces secretario de seguridad Bermúdez con el Cártel Jalisco Nueva Generación. ¿Por qué no se le investigó a fondo en aquel momento?
Su captura en Paraguay no solo abre un expediente judicial, sino también un frente incómodo para el régimen al mostrar que la política está enredada con la criminalidad. Más allá de esta confirmación, ¿por qué es hasta ahora, con Claudia Sheinbaum en la presidencia, que se decide actuar contra él?
¿Es casualidad que este operativo ocurra cuando Sheinbaum busca disciplinar a las cabecillas de Morena, incluido Adán Augusto López? O, antes bien, ¿es una muestra de que durante el gobierno anterior hubo pactos tácitos que frenaron investigaciones incómodas?
La captura de Bermúdez es una victoria aparente, pero también una ventana que deja claro que el crimen en México puede avanzar al amparo de la protección política o dirigido desde las oficinas gubernamentales.