La espera terminó. Delia Quiroa, integrante del colectivo 10 de marzo, que busca a personas desaparecidas, recibió su adscripción oficial como jueza federal en Culiacán, Sinaloa. Esta asignación, confirmada tras semanas de expectativa, la coloca en una de las plazas más complejas del país, reconocida por sus "circunstancias" actuales.
En entrevista con Radio Fórmula, Quiroa acepta el nombramiento con una visión clara. La nueva jueza expresó que Culiacán es "más complicado" que Mazatlán debido a la violencia y los "eventos bélicos", además de albergar el centro de justicia donde se presentan los detenidos por casos federales. Sin embargo, su motivación trasciende la dificultad. "Yo me propuse porque pensé que tenía que haber un sobrepeso de opiniones políticas", afirmó Quiroa, quien se manifestó "muy decepcionada de la clase política".
Con un compromiso férreo, Delia Quiroa busca provocar un cambio real. "Quiero ver si se puede realmente hacer un cambio en la justicia si realmente se puede trabajar como debe de ser bajo un marco legal respetando los derechos humanos de las personas y protegiéndolos", declaró. Su perspectiva se forja desde su experiencia personal: "vengo de ser víctima y de sufrir y batallar ante las autoridades", lo que le permite entender el sentir del ciudadano que busca ayuda y a menudo se encuentra sin apoyo.
Sobre su preparación, la jueza comentó que el curso previo abordó los aspectos teóricos y administrativos básicos del juzgado, aunque reconoce que "faltó más tiempo" para ahondar. Sin embargo, se siente lista para el reto. Con la expectativa de capacitaciones continuas, Quiroa se presenta este miércoles en Culiacán, dispuesta a intentar una justicia diferente, siempre bajo el amparo de la ley.