Comparte Gerda Gruber su trayecto escultórico
¿Por qué Gerda Gruber, exponente referencial de la escultura contemporánea mexicana, escogió esta disciplina como su camino vital?
"Es mi escritura, en realidad; yo no soy muy buena para escribir", dice a REFORMA la artista, nacida en 1940 en Bratislava, hoy Eslovaquia, y quien residió en Austria antes de afincarse en México en los años 70.
Pero sí es buena lectora, sobre todo de la poesía de Jorge Luis Borges.
De hecho, algunos versos de éste y otros autores asoman, como materia de inspiración, en las obras que Gruber presenta en Entre verde y agua, la primera revisión a su quehacer plástico en cinco décadas, disponible en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) desde el 12 de septiembre.
La creadora, de 85 años, lo mismo trabaja, desde la abstracción, cerámica, madera, barro, que otros materiales orgánicos, como el henequén y el bambú, y la muestra hace un repaso de ello, y pone de manifiesto un concepto muy presente en su trayectoria: el refugio.
"El refugio es una intervención: lo haces porque lo necesitas para protegerte", indica: "En realidad, el refugio surge de mi inquietud de proteger.
"(En mi obra hay) todos los elementos, todas las formas que son protectoras, como los úteros, donde se protege la vida en crecimiento".
Su refugio desde hace cuatro décadas ha sido la selva maya como residente de Cholul, Yucatán.
"Me abraza la naturaleza, es mi refugio, mi inspiración", expresa.
"Casi no expongo, casi no viajo, pero eso es lo que quiero con conciencia, para tener todo el tiempo para estudiar cómo funciona el mundo y yo dentro de él. Y no nada más yo, sino también cómo se desarrolla la humanidad".
Con información de Agencia Reforma
¿Por qué Gerda Gruber, exponente referencial de la escultura contemporánea mexicana, escogió esta disciplina como su camino vital?
"Es mi escritura, en realidad; yo no soy muy buena para escribir", dice a REFORMA la artista, nacida en 1940 en Bratislava, hoy Eslovaquia, y quien residió en Austria antes de afincarse en México en los años 70.
Pero sí es buena lectora, sobre todo de la poesía de Jorge Luis Borges.
De hecho, algunos versos de éste y otros autores asoman, como materia de inspiración, en las obras que Gruber presenta en Entre verde y agua, la primera revisión a su quehacer plástico en cinco décadas, disponible en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) desde el 12 de septiembre.
La creadora, de 85 años, lo mismo trabaja, desde la abstracción, cerámica, madera, barro, que otros materiales orgánicos, como el henequén y el bambú, y la muestra hace un repaso de ello, y pone de manifiesto un concepto muy presente en su trayectoria: el refugio.
"El refugio es una intervención: lo haces porque lo necesitas para protegerte", indica: "En realidad, el refugio surge de mi inquietud de proteger.
"(En mi obra hay) todos los elementos, todas las formas que son protectoras, como los úteros, donde se protege la vida en crecimiento".
Su refugio desde hace cuatro décadas ha sido la selva maya como residente de Cholul, Yucatán.
"Me abraza la naturaleza, es mi refugio, mi inspiración", expresa.
"Casi no expongo, casi no viajo, pero eso es lo que quiero con conciencia, para tener todo el tiempo para estudiar cómo funciona el mundo y yo dentro de él. Y no nada más yo, sino también cómo se desarrolla la humanidad".
Con información de Agencia Reforma