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Armand “Mondo” Duplantis volvió a desafiar lo imposible. En los Campeonatos Mundiales de Atletismo 2025 en Tokio, el sueco alcanzó los 6.30 metros y batió por décimo cuarta ocasión el récord mundial de salto con pértiga, asegurando además su tercer título global consecutivo. Lo hizo a su manera: con la medalla de oro ya asegurada y levantando al estadio entero en su tercer intento.
Duplantis no solo gana, domina. Desde que tomó el récord mundial en 2020 con 6.17 metros, ha transformado la disciplina en una exhibición de constancia y espectáculo. Con cada centímetro añadido ha dejado atrás la herencia de Sergei Bubka y Renaud Lavillenie, hasta fijar un estándar que parecía impensable.
Lo que distingue a Mondo no es únicamente la altura que logra, sino la frecuencia con que rompe barreras. Catorce récords en apenas cinco años lo convierten en un fenómeno que trasciende el atletismo: redefine lo que se creía posible, inspira a nuevas generaciones y abre la pregunta sobre dónde estará realmente el límite humano.
Hoy, el techo de la pértiga está en 6.30 metros, pero el sello de Duplantis es su capacidad de hacernos creer que todavía no ha tocado su verdadero horizonte. Más que un campeón, se ha convertido en el referente absoluto de una disciplina que parecía ya explorada en su máximo potencial.
