Unsplash
Karina Tovar aprendió las reglas del futbol americano antes de hablar inglés. Hija de migrantes mexicanos, creció en el sur de California con esas dos realidades mezcladas, el español de la casa, las costumbres mexicanas, y afuera un mundo donde el inglés y el futbol americano serían centrales en su vida. Desde niña le llamaba la atención ese juego que aparecía en la televisión los fines de semana, las jugadas complejas, los entrenadores, los cruces físicos, las decisiones arbitrales y todo aquello que para muchos era ruido, para ella empezó a tener sentido.
En la adolescencia Karina practicó otros deportes como el baloncesto e incluso el futbol, pero algo del futbol americano siempre la retenía. Cuando ya estaba en la universidad en Cal State-Northridge, empezó a arbitrar partidos de preparatoria de baloncesto primero, luego también de futbol americano. No fue un ingreso fácil, aprendió de reglas universitarias, fue a campamentos especializados, recibió correcciones, observó partidos, refinó su criterio y su voz en el campo.
En 2024 marcó un momento histórico, Karina Tovar se convirtió en la primera árbitra con raíces latinas en la historia de la NFL, y además la cuarta mujer árbitra de la liga, siendo también la primera mujer en ocupar un puesto de juez de campo que no esté ligada a la línea de golpeo.
Karina tiene una familia que le ha apoyado mucho, sus padres son originarios de Zacatecas y Puebla, su hermano, su esposo y sus hijos también han sido partes de este apoyo. Todos han vivido los sacrificios que implica compatibilizar viajes, fines de semana de partidos, entrenamientos, reglas distintas según nivel (preparatoria, universidad, futbol profesional), con una vida personal donde cada ausencia tiene su costo.
Hoy Karina Tovar es oficial de campo en la NFL, una de las pocas mujeres en esa posición, la única latina, con su voz firme puesta para tomar decisiones bajo presión, con reglas que todos conocen pero pocos dominan tan completamente. Su historia no es solo la de alguien que logró un puesto excepcional, es la de alguien que transformó una curiosidad infantil, un amor temprano por el juego, en una carrera histórica, abriendo camino para otros.
En la adolescencia Karina practicó otros deportes como el baloncesto e incluso el futbol, pero algo del futbol americano siempre la retenía. Cuando ya estaba en la universidad en Cal State-Northridge, empezó a arbitrar partidos de preparatoria de baloncesto primero, luego también de futbol americano. No fue un ingreso fácil, aprendió de reglas universitarias, fue a campamentos especializados, recibió correcciones, observó partidos, refinó su criterio y su voz en el campo.
En 2024 marcó un momento histórico, Karina Tovar se convirtió en la primera árbitra con raíces latinas en la historia de la NFL, y además la cuarta mujer árbitra de la liga, siendo también la primera mujer en ocupar un puesto de juez de campo que no esté ligada a la línea de golpeo.
Karina tiene una familia que le ha apoyado mucho, sus padres son originarios de Zacatecas y Puebla, su hermano, su esposo y sus hijos también han sido partes de este apoyo. Todos han vivido los sacrificios que implica compatibilizar viajes, fines de semana de partidos, entrenamientos, reglas distintas según nivel (preparatoria, universidad, futbol profesional), con una vida personal donde cada ausencia tiene su costo.
Hoy Karina Tovar es oficial de campo en la NFL, una de las pocas mujeres en esa posición, la única latina, con su voz firme puesta para tomar decisiones bajo presión, con reglas que todos conocen pero pocos dominan tan completamente. Su historia no es solo la de alguien que logró un puesto excepcional, es la de alguien que transformó una curiosidad infantil, un amor temprano por el juego, en una carrera histórica, abriendo camino para otros.
