Con 69 votos a favor y 28 en contra, el Pleno del Senado ratificó los nombramientos de los funcionarios que integrarán la Comisión Nacional Antimonopolio (CNA).
Tras la aprobación del dictamen respectivo, la presidenta del Senado de la República, la morenista Laura Itzel Castillo Juárez, le tomó la protesta de ley a Andrea Marván Saltiel, que estará en el encargo por tres años; a Ana María Reséndiz Mora, por cuatro años; a Óscar Alejandro Gómez Romero, por cinco años; a Ricardo Salgado Perrilliat, por seis años, y a Haydeé Soledad Aragón Martínez, por siete años.
Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Economía, Emmanuel Reyes Carmona, de Morena, consideró que con esta Comisión México da un paso trascendental hacia una nueva etapa, porque será un organismo descentralizado de la Secretaría de Economía, y que culmina la reforma de simplificación orgánica de la Administración Pública Federal.
"Con este dictamen cumplimos con el mandato de integrar el Pleno de la Comisión Nacional Antimonopolio, que pondrá en marcha esta nueva etapa de la política de competencia en México. La política antimonopolio regresa a su objetivo clave: proteger a las y los más vulnerables de las grandes empresas", dijo.
Reyes Carmona agregó que con la Comisión Nacional Antimonopolio se garantizará que el mercado funcione en beneficio de todas las personas y no solo para unos cuantos.
"Una política antimonopolio efectiva beneficia de manera directa a las familias mexicanas, primordialmente a las de menores ingresos", apuntó.
Por el PAN, la senadora María de Jesús Díaz Marmolejo subrayó que su bancada no podía acompañar "lo que representa un gran atentado a nuestro sistema de Gobierno, porque sería avalar que coincidimos con la desaparición de los órganos constitucionales autónomos, y que funcionaban como mecanismos de contrapeso".
El priista Miguel ángel Riquelme Solís estimó que con la Comisión Nacional Antimonopolio se concentra más el poder económico en el Estado, se desalienta la inversión productiva y se castiga la innovación para el País.
"La reforma en materia de competencia económica se trató de un golpe directo al mercado, a empresas que generan empleo y a los consumidores", señaló.
Del Partido del Trabajo, Yeidckol Polevnsky indicó que "muchos se niegan a aceptar que estamos en un cambio absoluto, y justamente la Comisión Nacional Antimonopolio representa una nueva visión económica para nuestro país, una visión técnica, pero con enfoque social".
(Agencia Reforma)
Tras la aprobación del dictamen respectivo, la presidenta del Senado de la República, la morenista Laura Itzel Castillo Juárez, le tomó la protesta de ley a Andrea Marván Saltiel, que estará en el encargo por tres años; a Ana María Reséndiz Mora, por cuatro años; a Óscar Alejandro Gómez Romero, por cinco años; a Ricardo Salgado Perrilliat, por seis años, y a Haydeé Soledad Aragón Martínez, por siete años.
Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Economía, Emmanuel Reyes Carmona, de Morena, consideró que con esta Comisión México da un paso trascendental hacia una nueva etapa, porque será un organismo descentralizado de la Secretaría de Economía, y que culmina la reforma de simplificación orgánica de la Administración Pública Federal.
"Con este dictamen cumplimos con el mandato de integrar el Pleno de la Comisión Nacional Antimonopolio, que pondrá en marcha esta nueva etapa de la política de competencia en México. La política antimonopolio regresa a su objetivo clave: proteger a las y los más vulnerables de las grandes empresas", dijo.
Reyes Carmona agregó que con la Comisión Nacional Antimonopolio se garantizará que el mercado funcione en beneficio de todas las personas y no solo para unos cuantos.
"Una política antimonopolio efectiva beneficia de manera directa a las familias mexicanas, primordialmente a las de menores ingresos", apuntó.
Por el PAN, la senadora María de Jesús Díaz Marmolejo subrayó que su bancada no podía acompañar "lo que representa un gran atentado a nuestro sistema de Gobierno, porque sería avalar que coincidimos con la desaparición de los órganos constitucionales autónomos, y que funcionaban como mecanismos de contrapeso".
El priista Miguel ángel Riquelme Solís estimó que con la Comisión Nacional Antimonopolio se concentra más el poder económico en el Estado, se desalienta la inversión productiva y se castiga la innovación para el País.
"La reforma en materia de competencia económica se trató de un golpe directo al mercado, a empresas que generan empleo y a los consumidores", señaló.
Del Partido del Trabajo, Yeidckol Polevnsky indicó que "muchos se niegan a aceptar que estamos en un cambio absoluto, y justamente la Comisión Nacional Antimonopolio representa una nueva visión económica para nuestro país, una visión técnica, pero con enfoque social".
(Agencia Reforma)