El senador Fernández Noroña anunció su licencia para viajar a Palestina del 23 de octubre al 2 de noviembre, argumentando que partirá “por solidaridad” con la causa de este pueblo. Sin embargo, las condiciones de su viaje despiertan preocupaciones.
En un intento de ejercicio de transparencia, el legislador confesó que el vuelo a Medio Oriente será cubierto por Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, un servidor público no puede aceptar este tipo de regalos, pues la Ley General de Responsabilidades Administrativas lo prohíbe. En su artículo 7, fracción II, se establece que los servidores públicos deberán:
“Conducirse con rectitud sin utilizar su empleo, cargo o comisión para obtener o pretender obtener algún beneficio, provecho o ventaja personal o a favor de terceros, ni buscar o aceptar compensaciones, prestaciones, dádivas, obsequios o regalos de cualquier persona u organización”.
Es claro que Fernández Noroña estaría violando la ley al aceptar este regalo. Además, ayer mismo el senador reportó que tenía poco más de 23 mil pesos en su cuenta bancaria antes del viaje. ¿Y el resto de los gastos? Hospedaje, transporte en Medio Oriente, comidas y coordinaciones. ¿Quién los asumirá? ¿Otro patrocinador?
Más allá del financiamiento del viaje, tampoco está claro en qué calidad hará esta visita a tres países distintos: Palestina, Emiratos Árabes y Jordania. La carta que presumió para justificar el viaje fue remitida por la Autoridad Nacional Palestina al entonces Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, no al ciudadano Gerardo Fernández Noroña. Sin embargo, solicitó licencia para separarse de sus obligaciones por esos días. ¿Es una visita personal u oficial?
El senador parece no haber reflexionado demasiado sobre estas preguntas antes de aceptar un viaje que, como él dijo, “había retrasado”. Ahora tendrá que explicar las formalidades legales que justificarían la visita y responder por el acto de corrupción en el que estaría incurriendo por aceptar regalos relacionados con sus funciones.